Es un encuentro de nuestros niños con la naturaleza, siendo ellos los
protagonistas de sus propios cultivos. A través de la experiencia de
crear una huerta orgánica los niños desarrollan los valores de la
paciencia, la persistencia, el compañerismo, la tolerancia a la
frustración y el amor a la naturaleza. Los incentivamos a la observación
de los distintos procesos que vive una planta y aprenderán a reconocer a
todos los insectos de nuestra tierra.
Los invitamos a que sus hijos vivan la experiencia de cultivar sus propias huertas orgánicas.
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