domingo, 8 de diciembre de 2013

La polinización de las calabazas

La calabaza es una planta monoica , es decir que tiene en la misma planta flores masculinas y femeninas en diferentes lugares.

La calabaza puede ser autofecundada: una flor hembra puede ser fecundada por el polen procedente de una flor macho de la misma planta. Sin embargo, las fecundaciones cruzadas son predominantes: la flor hembra es fertilizada por el polen procedente de las plantas diferentes de la misma variedad o de otra variedad.
Foto: flores masculinas y femeninas en la misma planta.

Son las abejas quienes son el vector principal de estas polinizaciones cruzadas. En función de las regiones y de los entornos, la distancia de aislamiento aconsejada entre dos variedades de calabazas varía de 500 metros a 1 kilómetro y a veces incluso más.
Las flores masculinas son fácilmente reconocibles porque aparecen por encima del follaje al final de los tallos largos. Las flores hembra son también fácilmente reconocibles porque en su base se encuentra el fruto futuro, de hecho el ovario, poseyendo ya una forma muy definida. El tamaño de este ovario puede ser muy grande: así, alcances a veces 15 cm. de longitud en la variedad Tromba de Albenga.

Foto: flor hambra con el ovario.

Cuando la flor hembra es fecundada, el fruto se desarrolla. Cuando la flor hembra no es fecundada, el fruto se pone blanquecino.

En una planta de calabaza, las flores masculinas aparecen mucho antes que las flores hembras y son mucho más numerosas que éstas últimas. Podemos observar también que durante periodos de muy alta temperatura, las flores masculinas son predominantes.

Las flores masculinas poseen polen y néctar y las flores hembra sólo poseen néctar.

Tienen una vida muy corta: florecen antes del alba y se cierran definitivamente a mitad de la mañana.
Es esencial tomar conciencia de que las polinizaciones cruzadas no pueden manifestarse sino en dentro de la misma especie. No hay fecundaciones cruzadas y por consiguiente hibridaciones naturales posibles entre las diferentes especies de Cucurbita a excepción de una probabilidad muy reducida implicando Cucúrbita argyrosperma.

Foto: flores masculinas con tallos largos.

De hecho, los botanistas americanos percibieron que Cucurbita argyrosperma se caracterizaba por niveles diferentes de compatibilidad y por consiguiente de hibridación potencial.
- el grado más alto de compatibilidad se manifiesta con Cucurbita moschata.
- un menor grado de compatibilidad se manifiesta con variedades y poblaciones salvajes de Cucúrbita Pepo así como algunas variedades de Cucurbita maxima y formas de Cucurbita foetidissima.
- un grado incluso menor de compatibilidad aparece con las especies salvajes como Cucurbita lundelliana , Cucurbita martinezii, Cucúrbita pedatifolia y Cucurbita digitata.

Para resumir, las hibridaciones son principalmente hibridaciones inter-varietales (dentro de cada especie) y no hay hibridaciones entre Cucúrbita Pepo, Cucúrbita maxima, Cucurbita, moschata y Cucúrbita ficifolia.
La única especie que puede hibridarse con las tres primeras de estas cuatro especies es Cucúrbita argyrosperma. Es necesario subrayar que la especie Cucúrbita argyrosperma es, sin embargo, poco conocida y poco cultivada en los jardines de zonas templadas.

Foto: abejas en una flor hembra.

Así, un jardinero puede producir sus semillas de calabaza en su jardín (si este último se aísla de forma apropiada del jardín más cercano produciendo otras calabazas) a condición de cultivar sólo una variedad por especie: por ejemplo, un calabacín (Cucúrbita Pepo) un potimarron (Cucúrbita maxima), un butternut (Cucúrbita moschata), una chilacayote (Cucúrbita ficifolia).

Se aconseja no cultivar variedades de Cucurbita argyrosperma, cerca de variedades de Cucúrbita Pepo, Cucurbita, maxima y Cucúrbita moschata, cuando uno desea producir sus propias semillas. Por otro lado, uno puede producir muy bien semillas de Cucúrbita argyrosperma y Cucurbita ficifolia en el mismo jardín ya que no existe ningún riesgo de hibridación entre estas dos especies.

El jardinero no puede producir, por lo menos en polinización abierta, semillas de calabacín verde cuando hay en el mismo jardín otra variedad de Cucúrbita Pepo, por ejemplo una variedad de calabacín amarillo.

En efecto, las abejas van a hibridar estas dos variedades de Cucurbita pepo y la hibridación no se manifestará sino el segundo año, cuando las semillas provenientes de esas dos variedades de calabacines empiecen a ser cultivadas.

Es importante entender que la hibridación
tiene lugar en el verdadero fruto que es la semilla. Lo que nosotros comemos, es la pulpa del falso fruto que es en realidad un ensanchamiento del ovario. los óvulos han
sido fecundados por el polen transmitido de la flor masculina a la flor hembra. Cada óvulo fecundado se volvió una semilla.

Foto: las flores se vuelven a cerrar a media mañana.

Cuando el óvulo de una variedad es fecundado por el polen que emana de otra variedad (de las misma especie), genera una semilla cuyo potencial es muy diferente.

Ahora vamos a evocar las técnicas de “polinización controlada” permitiéndole a un jardinero producir semillas de varias variedades de las mismas especies en el mismo jardín sin tener en cuenta las distancias de aislamiento.


La primera técnica simplemente consiste en cultivar bajo la protección de un velo todas las plantas de la misma variedad. Uno puede así confeccionar un mini-túnel con arcos recubiertos de un tejido de tul o fina malla metálica. La única contingencia real de esta técnica es la necesidad de introducir insectos polinizadores porque sin ellos, las plantas no podrán ser fecundadas.

Foto: la primera técnica simplemente consiste en cultivar bajo la protección de un velo todas las plantas de la misma variedad.

Panales de abejorros son comercializados por sociedades especializadas pero representan un cierto costo evidentemente. Este costo puede ser compartido por dos o tres jardineros con tal de que un mini-túnel sea visitado cada dos o tres días por insectos polinizadores. Los abejorros entran en el panal durante la noche y de este modo pueden ser transportados a otro sitio.


También podemos optimizar el uso de estos panales (normalmente destinados a polinizar en superficies grandes y durante varias semanas) creando un túnel bastante largo que pueda acoger una variedad de cada una de las especies de Cucurbita con una variedad de pepino, una variedad de melón, una variedad de sandía, una variedad, de berenjena, una variedad de gombo. Todas las semillas producidas serán varietalmente puras.

La segunda técnica es la de la polinización manual. Ésta consiste en ligar, por la tarde, las flores masculinas y hembras que van a florecer a la mañana del día siguiente. Con un poco de experiencia, es muy fácil reconocerlas porque los capullos adquieren un color amarillo característico. A veces incluso las flores de ciertas variedades tienen
la extremidad de sus pétalos ligeramente orlados, en la tarde del día antes de su, floración. La ligadura se hace en la extremidad de la flor. Nosotros usamos cinta adhesiva simplemente de la que se utiliza para proteger los bordes de los marcos en los trabajos de pintura. Se aconseja ligar por lo menos dos flores masculinas para cada flor hembra a polinizar.

Foto: une flor hambra de la variedad Tromba d'Albenga (cucurbita moschata) con una ligatura. Con esta variedad, el ovario puede ser de 15 cm o mas.

En jardines que contengan un número muy grande de calabaceras, es práctico marcar las flores hembra por medio de una clavija coloreada, con un trozo de cinta adhesiva pegada sobre la hoja situada por encima, o de cualquier otra manera que permita encontrarlas fácilmente al día siguiente. También es preferible recorrer el jardín al día siguiente según el mismo recorrido utilizado la
víspera y según las mismas direcciones, por ejemplo de este a oeste.

Las flores hembras ligadas son de hecho más fáciles de reconocer cuando la dirección del curso de trabajo es la misma, debido a la orientación natural de las hojas.

Por la mañana, se recolectan las flores masculinas, liberadas de su ligadura y se arrancan sus pétalos. Se quita delicadamente la cinta adhesiva de la flor hembra. Si una o la otra flor, una vez liberadas de la ligadura, no florecen completamente y naturalmente, es que no está “madura”: por lo tanto no podemos utilizarla para el proceso de polinización manual.

Foto: por la mañana, se recolectan las flores masculinas, liberadas de su ligadura y se arrancan sus pétalos.

La polinización se efectúa untando el polen de las flores masculinas sobre cada parte del estigma de la flor hembra. Hay que estar muy alerta porque a veces aterriza de pronto una abeja en medio del proceso de fertilización. Este último debe ser entonces abandonado por causa de la intrusión de polen extranjero.

Cuando la polinización se efectúa correctamente, es necesario cerrar de nuevo
cuidadosamente la flor hembra rodeándola delicadamente de cinta adhesiva.

No hay que olvidar fijar enseguida, con un cordel hortícola alrededor del pedúnculo de la flor polinizada a fin de poder reconocer fácilmente la al final de la temporada los frutos que habrán sido polinizados a mano. El lazo debe estar bastante suelto bastante para permitir al pedúnculo engordar sin problemas.

Es aconsejable efectuar esta polinización manual lo más pronto posible. En efecto, las polinizaciones manuales efectuadas al final de la mañana en época cálida, tienen pocas probabilidades de ser coronadas de éxito debido a que el polen se habrá calentado y fermentado y no será ya viable. No hay que olvidar que, abandonadas a sí mismas, las flores se vuelven a cerrar a media mañana.

Foto: etaminas de las flores masculinas.

Antes de hacer la polinización manual, es necesario tener cuidado de que las flores ligadas no estén agujereadas en la base: sucede en efecto que ciertos insectos, tales como los grandes abejorros, se abren un pasaje a la fuerza. Esta intrusión también puede aparecer después que la polinización se haya hecha y es sabio verificar al día siguiente que las flores polinizadas la víspera hayan guardado su integridad. Este tipo de intrusión queda no obstante como una excepción.

En la medida de lo posible, es necesario evitar polinizar una flor hembra con una flor masculina recolectada en la misma planta.
Las polinizaciones manuales tendrán más éxito cuando se hagan al comienzo de la fase de fructificación Cuando un fruto ya se formó naturalmente (es decir por polinización de insecto) en una planta destinada a ser polinizada manualmente, se aconseja recolectar ese fruto para que el fruto polinizado manualmente pueda beneficiarse de todo el vigor de la planta. De la misma manera, el número de frutos polinizados por planta será determinado por la duración de la estación normal de crecimiento, por el nivel de calor del verano y por las características de la variedad.

Foto: la polinización se efectúa untando el polen de las flores masculinas sobre cada parte del estigma de la flor hembra.

Así, podemos polinizar un solo fruto de una variedad de “calabaza gigante”, dos frutos de una variedad de “potimaron”, tres frutos de una variedad de “patisson” (bonetera) y una decena de frutos de una variedad de “pomme d’or”.

Hemos podido constatar que ciertas variedades de calabazas parecían más recalcitrantes que otras a la polinización manual. Es el caso por ejemplo, de la variedad “Potiron vert olive”. Queda sin embargo, por demostrar que esta dificultad es intrínseca a la variedad y no una consecuencia de cierta inadaptación de la mencionada variedad a un entorno determinado.
Cuando a principio de estación, deseamos practicar polinizaciones manuales en las calabazas, es necesario tener cuidado de que el espacio entre las variedades sea ampliamente suficientes para que los tallos no se mezclen y que las flores (en particular las flores masculinas) sean fácilmente observables para cada variedad.

Foto: no hay que olvidar fijar enseguida, con un cordel hortícola alrededor del pedúnculo de la flor polinizada a fin de poder reconocer fácilmente al final de la temporada los frutos que habrán sido polinizados a mano.

Para una producción de semillas beneficiándose de una buena diversidad genética, lo ideal es cultivar un mínimo de 6 plantas de cada variedad. Lo ideal es cultivar una docena aun mejor una veintena si el espacio en el jardín lo permite.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Reproducción de plantas: los esquejes y acodos

acodo esquejes
Los esquejes
Los esquejes son trocitos del tallo de un  planta que clavados en un sustrato de compost y arena emite raíces produciendo plantas idénticas a la madre. Dependiendo de la planta funciona mejor con tallos tiernos o maduros.
Elaboración de esquejes Época para tomar esquejes.—- En general se toman en primavera los esquejes de las plantas que florecen en verano y viceversa.
Días apropiados.—- Tomar esquejes en días frescos y húmedos, al final de la luna ascendente, guardarlos en una bolsa de plástico en la nevera y clavaremos los esquejes al principio de la luna descendente. En día raíz
Otras precauciones.— No abonar  la planta madre con productos muy nitrogenados. Regar unas horas antes para tomar los esquejes con buena hidratación.                                 
Plantas adecuadas.—-seleccionaremos plantas sanas de brotes fuertes en crecimiento
Tamaño del esqueje.—-De una longitud  variable de hasta 15 cm, dependiendo de la envergadura de la planta. Cuanto más grande la planta madre adulta, más grande el esqueje.
Preparación.—-Eliminaremos todas las hojas menos las de la ultima yema para evitar que el esqueje pierda humedad por ellas. Para favorecer el enraizamiento podemos ponerlos a remojo en un caldo en el que se han macerado ramitas de sauce. Antes de clavarlos se hace un corte en la base y se encaja un grano de maíz, o se disponen alrededor semillas de cualquier cereal (trigo, avena..)  que al germinar produce enzimas favorables al enraizamiento.
Plantación.-Clavaremos el esqueje aproximadamente 2/3 de su longitud, y regaremos. Funciona bien atar al esqueje una ramita de sauce que al liberar con facilidad hormonas, le ayuda al enraizado.
Substrato de plantación.—- Prepararemos un medio de cultivo escaso en nutrientes que drene bien por ejemplo  60 % de compost y 40 % de arena.
Condiciones ambientales.—-Conservar  en una zona sombreada y protegida del viento a una temperatura constante de unos 21 º a 27 ºC aprox. Para mantener una atmosfera húmeda podemos envolver el semillero en una bolsa de plástico transparente.
Arraigo.—-Las nuevas plántulas tardan en arraigar aproximadamente entre 4 y 8 semanas, dependiendo de la especie la temperatura y la humedad. Fumigaremos con disolución de agua de compost y leche entera diluida 1/10 como fungicida y abono foliar.
Trasplante.—Trasplantar a un contenedor individual tan pronto haya signos de crecimiento, lo que indica que ha arraigado. En otoño o primavera. Las iremos aclimatando poco a poco a su ubicación definitiva, donde la plantaremos con el cepellón regado para que la tierra se adhiera a las raíces, en luna descendente y creciente.
Mini invernadero.—-En caso de no tener invernaderos  o cajoneras,  se pueden improvisar sucedaneos plantando en cajitas de madera de fruta, en donde se ha puesto 7 cm de substrato envolviendo con un plastico soportado en forma de cupula por unos alambre gruesos. Sera preferible tener el semillero en una zona sombreada y protegida del viento.
Truco de riego.—-Para no tener que regar demasiado dispondremos debajo de las macetas o semilleros, bayetas u otro tejido esponjoso, de modo que al regar, el agua sobrante quedara allí retenida y pueda ser reciclada por capilaridad, cuando la tierra de las macetas esté mucho mas seca que la manta. Es conveniente rebajar el ph de las aguas muy alcalinas hasta 5.5       
 
Tipos de esqueje
.—–Esqueje de leña blanda.- Se obtienen en primavera a partir de brotes de crecimiento rápido. Cortar por debajo de un nódulo, eliminar las hojas inferiores, si tiene hojas grandes, reducirlas. Hacer un pequeño corte en la base para estimular el enraizado. Fuchsia, Perowskia
.—–Esquejes de leña verde. Básicamente se reproduce el proceso anterior, pero con brotes bien desarrollados y sanos de la estacion en curso. Eliminar los extremos blandos.
.—-Esquejes semimaduros.- Se toman vastagos leñosos en la base y blandos en el extremo, de la estacion en curso. Entre mediados de verano y principios de otoño. Brezos , coníferas, Evonimus, Choysia, Daphne Ilex.
.—-Esqueje de estaca.- Se toma el esqueje, arrancando la ramita con un pellizco de la planta madre. Pieris rhododendron, berberis sambucus, cytisus, genista
.—-Esqueje de talon.-Tomar a Finales de verano un vastago del año en curso con un trozo de la rama del año anterior sobre la que ha crecido..Espirea, Berberis.
.—–Esqueje de brote de hoja.-Cortar la hoja con 2 cm de ramita. Clavar en sustrato dejando sólo la hoja a la vista. Mahonia y Camelias a fines de verano. Ficus elástica y de dracanea en primavera. Los de hiedra y de clematis se cortan de brotes nuevos, en primavera
.—-Esquejes de leña dura.—Se toman a principios de invierno tras la caída de la hoja, de de ramas vigorosas de la estación en curso pero que ya están maduras. Eliminar la parte tierna de la ramita dejando unos 12, o 15 cm
En los rosales elegiremos brotes que ya han florecido (Corte en bisel huyendo de las yemas)
.—-Esquejes de raíz.—Escarbar hasta encontrar una raíz bastante joven y vigorosa. Plox paniculada, anchusa, eryngium, Aesculus,  aralia, clerodendrum, Myrica, Rhus.
 
Cuestiones a tener en cuenta
 Usar auxinas en altas concentraciones puede inhibir el desarrollo de las yemas.
Cada estaca tiene que tener una o varias yemas. En estas yemas en desarrollo se forman hormonas que transportadas a través del floema a la base de la estaca, producen el estímulo necesario para la formación de raíces.
Una estaca sin yema no forma raíces aún cuando se le trate con una preparación rica en auxina. La presencia de hojas en las estacas ejerce una fuerte acción estimulante sobre la iniciación de las raíces .
Las ramas de algunas plantas están impregnadas de sustancias inhibidoras endógenas del enraizamiento. Hay que lavarlas para conseguir que emitan raíces.
 Determinar plantas madres que se hallen a pleno sol para garantía de la acumulación de carbohidratos.
Los Acodos
Son plántulas nuevas que se consiguen enterrando un trozo de rama de la planta madre en un sustrato húmedo y cortando la conexión cuando ha echado raíces. Se favorece el enraizado haciendo una muesca con una navaja y  retorciendo la rama  lo que interrumpe el flujo de nutrientes. La mejor época es entre otoño y primavera.
 Los acodos aéreos se consiguen atando a una rama, una bolsa de plástico negro llena de turba húmeda o sustrato rico en materia orgánica, hasta conseguir que eche raíces.
  
Plantas que se pueden acodar
Ampelopsis
Aucuba
Carpenteria
Casiope
Chaenomeles
Chaenomeles
Clematis
Corylopsis
Daphne
Eleagnus
Erica
Fallopia
Fothergilla
gaulheria
Hedera
Hidrangea
Histeria
Kalmia
Laurus
Lonicera
Magnolia
Osmanthus
Partenocissus
Pasiflora
Ficus pumilla
Rhododendron
Skimmia
Syringa
Tecomaria
Thunbergia
Vaccinium
Autoacodables 
Brezos
Ficus pumila
Forsithia suspensa
Hederá helix
Hydrangea
Jasminum nudiflorum
Parthenocissus,
Periploca
Tecomaría
Acodo aereo
Hamamelis
Kalmia
Magnolia
Ficus
Rhododendron
Zarzas
Trachelospermum
La epigenética
Esta rama de la ciencia nos ha mostrado que por influencias medioambientales se modulan o silencian ciertos genes, cambiando su expresión sin cambiar la estructura física del ADN. Estos cambios que podíamos llamar circunstanciales son heredables y se revierten cuando las influencias medioambientales presionan de nuevo en sentido contrario.
Esto viene a suponer que una planta madre además de pasarle a sus semillas la información genética específica de su especie, variedad, etc., también le pasa información sobre el medio ambiente al que va a tener que adaptarse. De modo que si compramos semillas puede que la planta madre ha sido criada con grandes dosis de nitrógeno, plaguicidas, y mucha agua. Puede haber crecido y madurado en un clima muy diferente al nuestro.
Al sembrarla, pensamos que cuando nazca ya será uno de los nuestros pero en realidad ella se sentirá como en el exilio, porque las condiciones vitales para las que la preparó la planta madre, no tienen nada que ver con lo que se encuentra.
Otro tanto o peor, podemos decir de los esquejes, pues son clones de plantas que quizá han nacido en las antípodas en este mundo globalizado.
Con toda nuestra buena voluntad e ilusión les buscamos un buen sitio, les dispensamos los mejores cuidados y ellas en cambio empiezan a hacer cosas raras.
Evidentemente la culpa nunca es de ellas.
Hay que darse cuenta de la importancia de producir nuestras propias semillas planteles y esquejes porque:
1.–Vamos seleccionando y mejorando las variedades que mejor se adaptan a nuestro clima tierra y gustos.
2.–Por la informacion epigenética que llevan
3.–Porque es importante que enraicen desde el primer momento en un medio lo mas biodiverso posible, pues cuanto antes sus raíces formen simbiosis con las micorrizas, menos posibilidades tendran de ser colonizadas por organismos patogenos.

¿Cómo plantar árboles y arbustos?

como plantar arbol arbusto
La plantación de árboles y arbustos, elementos fundamentales en la estructura y diseño de un huerto-jardín, es una labor interesante a conocer. No es difícil, pero tiene sus reglas. Condiciona la vida de la planta y el conjunto.
Para plantar un árbol o arbusto, especialmente si va a ser en el suelo, conviene escoger un día fresco y sin viento. La tierra donde se cavará el hoyo deberá estar húmeda, aunque no en exceso. Si está reseca, anegada o helada es mejor postergar la operación. Las malas hierbas deben eliminarse antes de cavar el hoyo.
• Distancia de plantación. En el caso de los árboles y arbustos, calcular y tener en cuenta el tamaño que alcanzarán de adultos es especialmente importante para determinar correctamente dónde se han de plantar en relación con otras plantas, la vivienda o la piscina.
• El tamaño del hoyo o la maceta. Los árboles y arbustos están destinados a alcanzar una cierta dimensión, de modo que el hoyo que se excave o la maceta que se elija deberán ser lo suficientemente amplios, no solo para que el cepellón quepa con holgura, sino sobre todo para que las raíces puedan desarrollarse.
• Enmendar el terreno. Si la tierra del jardín no fuera de buena calidad, deberás enmendarla mezclándola con mantillo o estiércol bien descompuesto (no más de un 5%), o bien utilizar sustratos específicos para esa planta en particular: tierra de castaño o turba rubia para las acidófi las, sustratos levemente alcalinos para los frutales de hueso… Pide que te aconsejen en tu centro de jardinería.
• Trazar un alcorque. Alrededor del árbol o arbusto es conveniente excavar un alcorque, como es tradicional: contribuirá a un mayor aprovechamiento del agua de lluvia y riego.
Paso 1: Abrir el hoyo
Paso 1: Abrir el hoyo
Debe excavarse un agujero donde quepa holgadamente el cepellón. En la base conviene colocar una capa de drenaje.
Paso 2: Plantar
Paso 2: Plantar
Colocar el tutor, introducir el cepellón y rellenar el hoyo con la tierra extraída o un sustrato específico para esa planta.
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Paso 3: Apisonar
Paso 3: Apisonar
La tierra alrededor del tronco debe ser apretada con el pie o la pala para compactarla y eliminar las bolsas de aire.
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Paso 4: Operaciones finales
Paso 4: Operaciones finales
Atar el ejemplar al tutor, podar las ramas rotas, hacer un alcorque alrededor del tronco y regar generosamente.
ESTACADO DE UN ÁRBOL
A lo largo de los primeros años de vida de un árbol y de ciertos arbustos, la guía de un tutor contribuirá a su buen desarrollo y le ayudará a resistir sin quebrarse los embates del viento. Existen varias formas de estacar un árbol: según las características del ejemplar, el tamaño de la copa, y la fuerza y frecuencia del viento en la zona. Lo más simple suele ser una estaca vertical clavada en el suelo, a la que se debe atar el ejemplar justo antes del nacimiento de las ramas.
• En qué momento entutorar. Las estacas se deben colocar en el hoyo preferentemente justo antes de introducir el cepellón. Si se hiciera después de la plantación se corre el riesgo de dañar las raíces al clavarlas o de que el ejemplar no quede bien sujeto.
• Las ligaduras. Las tiras de goma o tela engomada son el material más utilizado para sujetar el árbol al/los tutores; son durables y resistentes a la intemperie. Es clave que las tiras no produzcan heridas en la corteza ni puedan estrangular el tronco con el tiempo.
• Cuándo atar. Se debe atar el tutor al ejemplar justo después de apisonar la tierra y antes de hacer el alcorque y regar. En zonas de fuertes vientos conviene entutorar mediante una estaca bien clavada en el suelo y colocada en un ángulo de 45 grados en dirección al viento. Debe sujetarse al árbol inmediatamente después de la rama más baja. Según sea el tamaño de la copa, un doble, triple o cuádruple tutor, formado por una estructura de dos a cuatro estacas clavadas en el suelo y unidas entre sí por tablas horizontales, contribuirá de forma eficaz a mantener el equilibrio del ejemplar.
PODA DE RAÍCES PARA EL TRASPLANTE
Cuando el ejemplar ha alcanzado la dimensión deseada, especialmente si se cultiva en tiesto, una manera de impedir que se siga desarrollando es podar las raíces en el momento del trasplante. Podar las raíces para limitar el desarrollo de una planta es una operación que debe llevarse a cabo durante el período de reposo para evitarle sufrimiento; esto es, desde finales del otoño al invierno, o durante la estación seca en el caso de los climas suaves. Si se tiene que practicar en otra época del año es conveniente dejar el cepellón más grande.
• En todos los casos se debe procurar que el cepellón no se abra ni se desmorone.
• Las raíces muy largas y dañadas deben ser eliminadas.
• Un sustrato específico para trasplantes procurará a la planta los nutrientes y hormonas de enraizamiento que la ayudarán a arraigar con mayor éxito.
Paso 1. Extraer la planta del tiesto. Podar las raíces que salen por los agujeros de drenaje y sumergir la planta en agua unos minutos (sin pasarse, porque pesará más y podría romperse el cepellón) para que sea más fácil extraerla de la maceta. En algunos casos será necesario romper el tiesto.
Paso 2. Reducir el cepellón. Con la ayuda de un cuchillo filoso o unas tijeras de podar se puede rebajar el cepellón. Conviene desenredar las raíces y cortarlas.
Paso 3. Máximo: un tercio. El volumen del cepellón puede reducirse a dos tercios del tamaño inicial. A renglón seguido se debe proceder como en cualquier trasplante.
LAS ÉPOCAS MÁS ADECUADAS PARA PLANTAR Y TRASPLANTAR
Las plantas que se venden en los centros de jardinería están preparadas para ser plantadas en cualquier época del año. No obstante, hay meses más adecuados que otros. En el caso de los árboles y arbustos de hoja caduca, lo ideal es esperar que entren en su fase de parada vegetativa y plantarlos en otoño o invierno. Esta precaución deberá extremarse cuando se trata de un trasplante de suelo a suelo, ya que al perder el ejemplar inevitablemente parte de su sistema radicular, las hojas en desarrollo sufrirían por falta de agua; hay que tener en cuenta que no todas las especies toleran esa pérdida. Ahora bien, si el suelo está helado, muy empapado o demasiado reseco, no conviene llevar a cabo estas operaciones.
• Marzo, por ejemplo, es el mes ideal para plantar madroños, adelfas, olivos, laureles y numerosos arbustos de bayas.
• Abril, en cambio, es el más adecuado para plantar o trasplantar los arbustos de floración invernal: avellano mágico (Hamamelis mollis), membrillero del Japón(Chaenomeles speciosa), kerrias, rosales (también en febrero) y coníferas en general.
• Mayo, es buena época para plantar o trasplantar ginkgos, liquidámbares y catalpas, siempre que el suelo no esté helado.

El gran libro de las hortalizas

Plantas para curar plantas

Agenda del huerto y el jardín ecológicos

Este libro está escrito con fechas del hemisferio norte, así que tener en cuenta ese detalle con respecto a las fechas anuales.